09/03/14
ÁNGEL MODESTO
La corrida de Adolfo
Martín estuvo lejos de ese concepto que muchos denominan “torista”. Las
buenas hechuras que mostraron en la salida de chiqueros, no correspondieron luego al juego que ofrecieron en el ruedo, por
falta de entrega y bravura.
Solo tuvieron fachada. Corrida bien hechurada, astifina,
veleta, ofensiva por delante,..seis ejemplares de cartel que vinieron a
revindicar el torismo (en su mayor integridad), y terminaron por provocar el
sopor y decepción del respetable.
Abrió plaza el murciano Rafaelillo, torero curtido en mil batallas duras y conocedor de esta
ganadería y de otras vacadas cuyos bóvidos poseen similares peculiaridades.
Ante su primero, un “adolfo” hondo, con culata y pechos, Rafael estuvo a gran nivel en una labor
de técnica y oficio. Desde que salió de chiqueros, el toro acortó el viaje quedándose
en las zapatillas del torero. Ante tales dificultades, el murciano le plantó
cara con firmeza y seguridad logrando momentos lucidos, especialmente, por el
lado derecho. Remató el acto con una buena estocada en lo alto. Tras una petición
de trofeo, dio una vuelta al ruedo de ley.
Más aleonado fue el cuarto. Sin probaturas, pronto lo sacó a
los medios para iniciar el trasteo de muleta. El adolfo echó pronto el freno de
mano y el murciano no le quedó otra que justificarse con oficio.
A las puertas del triunfo (por culpa de los aceros) se quedó
Javier Castaño tras su actuación del tercero. El “adolfo” se quedó a medio
viaje en varias ocasiones, pero el salmantino pulsó sus arrancadas con suavidad
y serenidad. Los momentos más destacados llegaron por el lado derecho. Volvió a
estar templado ante el sexto, un animal noble al que le faltó mayor viveza en
sus arrancadas. Fue ovacionado tras una estocada baja.
Completó cartel el madrileño Fernando Robleño que pechugó
con el peor lote del festejo. A pesar de la escasez de materia prima que
dispuso, intentó hacer las cosas con suavidad y temple, tanto en el engatillado
segundo como en el sobrero que hizo quinto.
RESEÑA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Valencia. Segunda de la feria de Fallas.
Casi media plaza. Toros de Adolfo Martín, (el quinto lidiado como sobrero),
bien presentados, con cuajo y armados. Frenado el primero; soso el segundo;
noble pero sin romper el tercero; muy a menos el cuarto; infumable el quinto y
templado el sexto. Rafaelillo, vuelta al ruedo tras aviso y silencio; Fernando
Robleño, silencio y ovación y Javier Castaño, silencio tras aviso y ovación.
Saludaron montera en mano Ángel Otero, en el 2º, y David Adalid y Fernando
Sánchez, en el 3º y 6º.
IMÁGENES (Fotos Rullot)
RAFAELILLO
FERNANDO ROBLEÑO
JAVIER CASTAÑO
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