jueves, 13 de marzo de 2014

Un aldabonazo en toda regla (Crónica de la cuarta de Fallas)



12/03/14

ÁNGEL MODESTO

Venía espoleado de Olivenza y en Fallas, compromiso importante en plaza de primera categoría, golpeó fuertemente en sus dos antagonistas logrando un auténtico aldabonazo en toda regla. El extremeño José Garrido logró abrir la Puerta Grande tras dejar de manifiesto su enorme proyección como torero en el ruedo valenciano.

Por chiqueros saltaron, al menos, cinco novillos de triunfo. Los pupilos del Parralejo destacaron por su buen fondo de bravura y nobleza. Completaron terna Román y el debutante Francisco José Espada.

Garrido dejó muestras de un torero que está preparado para ascender al escalafón superior. Demuestra valor y buen concepto en sus formas. Su toreo es personal, tiene gusto y mucho empaque.

Además de todo eso, tiene un capote excepcional, como se pudo comprobar en su primero. El del Parralejo fue excepcional. Tuvo clase, humillación y fijeza. Y todas estas cualidades las supo aprovechar en la faena de muleta, logrando series profundas, de encaje y mucha cadencia. Cortó una oreja tras una estocada en lo alto.

Su toreo volvió a sorprender en el que cerró plaza, otro ejemplar bravo y con calidad. De nuevo, Garrido manejó las telas con gusto, acompañando con el cuerpo y la cintura. Estocada hasta las cintas y dos orejas. 

Francisco José Espada fue el otro triunfador de la tarde y lo hizo ante el quinto, un utrero de hermosa lámina que embistió con franqueza y bravura. El de Fuenlabrada estuvo con decisión y entrega. Le hizo muchas cosas y muy buenas, con pellizco y variedad. Al final, novillo y novillero recibieron merecidos honores; el primero con una vuelta al ruedo y el segundo con una oreja.

Muy pocas opciones tuvo el madrileño con el que hizo segundo. El del Parralejo, bajo y en tipo, fue deslucido y muy protestón en los engaños. Espada estuvo con ganas, queriendo en todo momento, dentro de una faena de poca repercusión.

No fue la tarde de Román. Mejoró con respecto a su primera tarde pero no terminó de redondear la feria. Se despedía de todos sus paisanos como novillero, pues la próxima vez que lo vean, con el chispeante puesto, será como nuevo matador de toros.

Pasaportó en primer lugar un ejemplar noble y de alegres arrancadas. Estuvo voluntarioso y dispuesto en una labor de más fibra que lucidez. Fue silenciado tras ser volteado, sin consecuencias, en la suerte suprema.

Tuvo el apéndice en la mano en el cuarto, pero las ansias de triunfar le jugaron una mala pasada con los aceros. El del Parralejo, estrecho de sienes y bien armado, tuvo recorrido y acometió con largura y profundidad. Román dibujó algún natural personal, enganchando adelante y dejándolo atrás. 

RESEÑA DEL FESTEJO 

Plaza de toros de Valencia. Cuarta de la feria de Fallas. Un cuarto de entrada. Novillos de El Parralejo, bien presentados, con cuajo y volumen. En general, encierro de buen juego salvo el desclasado segundo. El quinto, de nombre Manijero, fue premiado con la vuelta al ruedo. Román, silencio tras aviso y ovación tras aviso; Francisco José Espada, silencio tras aviso y oreja tras aviso y José Garrido, oreja tras aviso y dos orejas. se guardó un minuto de silencio en memoria del veterinario fallecido Enrique Ezpeleta.  


IMÁGENES (Fotos Rullot)

ROMÁN







FRANCISCO JOSÉ ESPADA







JOSÉ GARRIDO








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